Historia de la Devoción al Divino Niño
Entre los primeros representantes de la Orden de los Carmelitas que divulgaron con mas entusiasmo la devoción hacia el niño Jesús se mencionan a San Antonio de Padua, a comienzos de la Edad Media, y San Cayetano, al final de este importante
periodo de la historia universal. Recordemos que las imágenes de estos dos santos están acompañadas de figuras del Niño Jesús, en las que sus gestos son especialmente delicados y amables.
Seguramente la época en que la devoción al Niño Jesús alcanza su mas alta posición en Espana corresponde, precisamente, a los anos en que la literatura mistica española logre su máxima realización en las personas de Santa Teresa de Jesús y San
Juan de la Cruz, dos monjes pertenecientes a la orden de los Carmelitas Descalzos, quienes vivieron en los mismos afios en que comenzaba la conquista de 10 que hoy es el Departamento del Huila.
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Historia de la Devoción al Divino Niño
Entre los primeros representantes de la Orden de los Carmelitas que divulgaron con mas entusiasmo la devoción hacia el niño Jesús se mencionan a San Antonio de Padua, a comienzos de la Edad Media, y San Cayetano, al final de este importante
periodo de la historia universal. Recordemos que las imágenes de estos dos santos están acompañadas de figuras del Niño Jesús, en las que sus gestos son especialmente delicados y amables.
Seguramente la época en que la devoción al Niño Jesús alcanza su mas alta posición en Espana corresponde, precisamente, a los anos en que la literatura mistica española logre su máxima realización en las personas de Santa Teresa de Jesús y San
Juan de la Cruz, dos monjes pertenecientes a la orden de los Carmelitas Descalzos, quienes vivieron en los mismos afios en que comenzaba la conquista de 10 que hoy es el Departamento del Huila.
La historia cuenta que en una ocasión en que Santa Teresa subía por un as escaleras del convento le pareció ver al Niño Jesús que la saludaba con especial atención. Esta visión hizo que la religiosa se convirtiera en una promotora sin igual de la oración a
Jesús niño, compromiso que condujo a que en su calidad de superiora ordenara que en cada convento se tuviese y venerase una imagen del Niño Jesús.
La experiencia de San Juan de la Cruz con el Niño Jesús es similar a la su hermana de religión. Y también como ella, canto su amor en inspirados versos que 10 arrebataban al punto de querer morir ante la visión divina del infante.
La empresa religiosa de los padres Carmelitas por propagar la devoción de honrar la vida de Jesús durante sus primeros 12 anos, es decir, durante el periodo que permaneció oculto en su hogar, alcanzo un momento singular cuando en el ano 1636, esto es, cuando Neiva llevaba 24 anos de fundada por tercera vez, Jesús le hizo una promesa a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, según la cual todo 10 que el cristiano quisiera pedirle a Dios debía solicitarlo por los méritos de su infancia con la certeza de que la oración seria escuchada.
Por los mismos arios en que la devoción al Niño Jesús adquirió la mayor trascendencia en Europa por efectos de los trabajos espirituales de Santa Teresa y San juan, comenzó a vivirse una época de gran interés por esta advocación en algunos países de Europa, como la antigua Checoeslovaquia, en donde se consolido la devoción al Niño Jesús de Praga.
La historia del Niño Jesús de Praga es la continuación de la historia del Niño Jesús en España en manos de sus místicos Teresa y Juan, como se vera a continuación.
En la memoria popular corre la versión, según la cual, vivía en Andalucía un monje Carmelita para quien su pasión consistía en elaborar imágenes de santos. Inspirado en los mas nobles propósitos, todos los días pedía a Dios que le permitiera elaborar una imagen de Jesús cuando era un niño. Un día, después de mucha oración y fe, tuvo la visión del rostro del Niño Jesús, quien le sonreía y 10 bendecía. Conmovido por la celestial visión, el religioso procuro guardar en su alma y en su mente la imagen del infantil rostro de Jesús con el propósito de elaborarlo en la técnica que dominaba sin par. La imagen finalmente quedo plasmada en una hermosa estatua que resalta las características infantiles del Redentor.
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